En algún minuto de nuestra vida llega un momento en el que nos topamos frente a frente a una situación que requiere que hablemos en inglés. Por lo general, puede tener relación con un viaje, o en una entrevista de trabajo; las opciones son variadas.
A lo mejor te interesa el idioma y te gustaría aprenderlo bien y mejorar tus habilidades. O puede que en el colegio fueras de aquel grupo que pasaba a duras penas el ramo, o tal vez nunca te ha interesado. Quizás te preguntes “¿por qué debería ocupar mi verano aprendiendo este idioma?”. Las razones son sencillas:
- Tiempo
Uno de los principales motivos por los que la gente no estudia inglés es la escasez de tiempo: horarios laborales, universidad o colegio, exámenes, gimnasio… El poco tiempo libre se destina a uso recreacional. Estamos de acuerdo en que el verano es para descansar, pero ¿no te pasa que con tanto descanso, sientes que no has hecho nada productivo? Una buena solución para aprovechar al máximo el periodo estival es ponerse al día con el inglés.
- Mayor oferta en verano
En verano aumenta la oferta de cursos de idiomas, en especial los cursos de inglés. Hay una amplia variedad de cursos intensivos para niños, jóvenes y adultos; y para todos los niveles. Además de clases presenciales y online.
- Motivación
Cuando flaquea la voluntad nos desanimamos y dejamos en pausa proyectos como aprender un nuevo idioma. Si eres de los que necesita ver resultados a corto plazo, un curso intensivo de inglés te proporcionará motivación con resultados casi inmediatos.
- Mejorar el oído y la pronunciación
Un intensivo de inglés en verano te ayudará no solo a aprender el idioma, sino a mejorar el oído y tu pronunciación al estar expuesto diariamente a la práctica. ¡La práctica hace al maestro y en verano tendrás tiempo de sobra para hacerlo!
- Asumir e interiorizar correcciones
Cuando se estudia inglés de una manera intermitente no se llegan a corregir fallos idiomáticos y se adquieren vicios, como alguna palabra que no se consigue pronunciar. Solo la guía y práctica constante ayudarán a pulir esos fallos.
- Ganar confianza
Hablar en público puede ser complejo, más aún en otro idioma y ante desconocidos. Lo interesante de un curso de inglés en verano es que en tu primer día no conocerás a nadie, pero luego de la primera semana habrás entablado amistad con tus classmates y te sentirás cómodo hablando delante de ellos en inglés.
- Socializar
Al final del día, una clase de inglés es, como cualquier otra actividad, una forma de socializar. Conoces a personas con los mismos intereses que los tuyos, lo cual contribuye a enriquecer nuestro mundo personal, ganar autoestima y felicidad.
¿Te animas a probar con un curso de inglés este verano? En el Instituto Chileno Británico de Cultura (ICBC) estaremos felices de ayudarte. ¡Te esperamos!
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